17 ene 2011

La primera vez

"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla."
Gabriel García Márquez


 
Ella es una girlie que nunca hubieras presentado a tus padres (suponiendo que acepten tu sexualidad), es el tipo de mujer que es sorda a tus ruegos, indiferente a tus atenciones y sarcástica con sus comentarios, pero ahí estás, detrás de ella, pendiente de lo que quiere, lo que necesita...

Es agresiva por naturaleza, temeraria por convicción y de una personalidad tan enigmática que quieras o no, te mantiene pegada a ella, al menos así era cuando estudiaba la universidad. La conocí por accidente, crucé unas cuantas palabras con ella y al día siguiente ahí estaba nuevamente, buscando el momento para hablar con ella again; compartíamos penas del mismo dolor color (arcoiris obviamente), me contaba de su chica, yo le contaba de la mía. La amistad empezó a crecer, tal vez más para mal que para bien, pero definitivamente su personalidad me había atrapado, es ese tipo de niñas que tu sabes que están mal, que son peligrosas, que te traerán más problemas que felicidad, pero piensas, en lo recóndito de tu ser, que tu eres la persona que las puede "salvar".


Y así empezó todo, de una plática accidental a salirse de la escuela para ir por unos vodkas, o a la disco, o a casa de equis para tomar alcohol. Todos los días platicábamos, nos veíamos, compartíamos vivencias y dolores del corazón. Uno de tantos días, estábamos solas, en su casa, platicando acerca de los besos y lo que significan, y salió a relucir mi rareza:

-"Cómo que no te gustan los besos de lengua?"- Me preguntó con asombro, a lo cual le respondí: -"No sé la razón, simplemente no me gustan"- "A mí se me hace que no has encontrado la persona que te sepa besar bien de lengua-" Lo cual sonó lógico y le dije que sí, podía ser cierto. Obviamente su ego se encargó de lo siguiente: -"Qué te parece si te enseño?"- Y mi curiosidad también dijo presente: -"Mmm, segura?" -"Sí, para que somos las amigas?"

Instantes después me besó, sentí su lengua recorriendo la mía y no sé si se debía a su experiencia en ese tipo de besos o a la emoción de hacer algo prohibido, pero mi cuerpo reaccionó, obviamente me contuve, total esto era meramente para fines prácticos, no?

Momentos despúes nos subimos a su auto y recorrimos las calles platicando acerca de lo que había sentido, claro que yo le dije que definitivamente se sentía rico pero no era como para darle un "Me gusta" a ese tipo de besos (bueno con otras palabras porque no había face en ese entonces jeje). Como buena mujer dominante, una vez que sintió el ego pisado decidió que era hora de seguir con las clases y yo no me opuse... Ahí estábamos, en su auto, ella sobre mí, besándome, yo recorriendo su cuerpo, nuevo para mí, todo iba subiendo de tono hasta que una patrulla llegó para apagar el fuego que había surgido. Se acercan los oficiales y el típico "Buenas noches, buenas noches, señoritas por que tan tarde en un lugar tan solitario?" Y la respuesta de: "Ya nos casi nos venímos vamos señor". Obviamente nos consideraron inofensivas y nos dejaron ir, pero lo nuestro ya había agarrado otro tono, así que llegamos a su casa muy rápido, directito a su cuarto y terminamos lo que habíamos empezado...

Cuesta trabajo creerlo pero a pesar de que yo tenía novia y llevaba casi 6 meses con ella, seguía desconociendo de los placeres de hacer el amor con una mujer, a pesar de lo horny que andaba estaba muy nerviosa, no sabía que esperar...

Me acosté sobre su cama y se subió sobre mí, le dije "Juro que esta es mi primera vez" y aún no entiendo porqué se río, igual y se tragó las ganas de decir: "A cuántas les has dicho lo mismo". Empezó besándome y con sus manos recorriendo mi cuerpo, a veces tierna y otras agresiva!, me hacía vibrar cuando me jalaba el cabello mientras me besaba el cuello, yo sólo me dejaba llevar y quería tocarla como ella lo estaba haciendo. Cuando sus labios llegaron a la parte baja del estómago deseé haberme puesto otra ropa interior, creo que por única ocasión le ganó mi verguenza a mi calentura, recuerdo que me quité rápidamente la panty y la aventé lo más lejos posible, (seguramente por el paracaídas que era tardó un rato en descender) y OH MY GOODNESS!!! fue (y es) una de las sensaciones más inolvidables de mi vida, el calor de su boca combinado con mi calor, su respiración sobre esa parte tan sensible de mi cuerpo, la agilidad de sus dedos, el ritmo intenso de su cuerpo, la emoción del momento, su arrebato, mis gemidos, su deseo, mi sumisión, su locura, mis gritos ahogados, su mano derecha sujetándome y la izquierda fingereandome, su lengua repasando cada célula sensible de mi ser y ahora sí, mis manos sujetando su cabeza para que no se moviera de donde estaba...

No vi estrellas ni fuegos pirotécnicos, no hubieron fanfarrias ni voladores, hubieron dos cuerpos entregados al máximo, vi y sentí la pasión en carne viva, viví la delicia de ser amada por una mujer por vez primera, viví la emoción, excitación, pasión, arrebato y entrega del más bello género...

Lo nuestro no llegó a más, cada quien tenía sus respectivos compromisos, si bien nuestra amistad se terminó por lo destructiva que ella podía llegar a ser, tengo que decir que gracias a ella aprendí a vivir deseando tener la oportunidad, el privilegio, de ser amada y poder amar a una mujer over and over again...